Hoy, el tío del piano y las gafas feas, Elton John, me ha dado una idea de tal calibre que cuanto más pienso sobre ella, más divertida me parece. El susodicho propone cerrar internet durante 5 años.
Primera reacción:
Será cafre el cabrón este. Tener tanta pasta reblandece el cerebro.
Segunda reacción:
Primera reacción:
Será cafre el cabrón este. Tener tanta pasta reblandece el cerebro.
Segunda reacción:
Vaya catástrofe: Quedarnos sin internet ¿No?
Bueno, quizás no tanto. El mundo volvería a ser como fue siempre y una buena parte de las multinacionales y el entramado capitalista se vería abocado a la readaptación al mundo real, el de las personas, o a la debacle absoluta.
Sería como el apocalipsis de la información, tal como hoy estamos organizados. No funcionarían los bancos. No funcionarían muchos organismos y departamentos gubernamentales. No funcionarían las empresas de transporte. El sector informático sufriría una crisis inimaginable...
Por otra parte, la gente, sobre todo los chavalillos y chavalillas se verían obligados a salir a la calle a hacer cosas y no aislarse en casa delante de un cacho de plastico con cuatro soldaduras que los vuelve gilipollas ¿Estamos locos? En el fondo nunca debería haberse permitido esta alienación de las personas en favor de una computadora.
¿Qué haríamos todos los que usamos o dependemos de internet de algún modo? ¿Qué sería de nosotros? Creo que sería como descubrir por primera vez algunas cosas que siempre han estado ahí en el mundo exterior. Nos sorprenderíamos de nosotros mismos al correr o al respirar o al escuchar música en directo y no en mp3; o al ver que el cielo azul si lo observas bien es infinita e incomparablemente más bello que como lo ves en el fondo de escritorio; nos sorprenderíamos de que las bibliotecas con libros siempre serán más accesibles que la wikipedia, aunque no estén tan a mano; o del color de los ojos de la persona que acabas de conocer, color que muy dificilmente llegarías a ver por el messenger...
Y, bueno, las caras de pánico de más de uno serían perfectas como modelo para repintar el Guernika o el Grito. Creo que el día que apagaran la red, a la hora exacta del apagón, me buscaría un buen paquete de palomitas y saldría a la calle a sentarme en un banco de una calle concurrida de una gran ciudad y a disfrutar del espectáculo.
¡Qué apaguen ya! (Pero dadme una hora para llegar a casa y recoger las palomitas XD ).
¡Un Saludo a todos!
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