Quien quiere cambiar las cosas, busca la manera. Quien no, busca la excusa.

4.5.12

En el corazón de todo


Atas mi mano de caña, con tu mano de arena de playa
y brillante trigo,
y estoy libre, fresco, soy la ventisca.

Tomas mi pupíla por lago salado, y mi lengua,
sentido y alimento
para cosechar el maná de tu espalda y tus senos.

Haces rehén a mi mente, tu lúcido cañón en mis sienes
y soy converso convencido
a la ley del ave de papel y la marea rota del sueño cambiado.

Lleno de luz, desbordado.






¡Ahora hazlo parar!