Yo intento hacer lo que creo que hay que hacer.
A veces, muchas, me quieren envolver en juegos de lealtades taciturnas apoyadas en mentiras. El/La manipulador/a se siente muy incómodo/a más tarde y me acusa de ser un traidor, por seguir mis principios y mi instinto. Aborrezco, por experiencia, los silencios pactados-forzados y no estoy dispuesto a ser complice de destrucciones y autodestrucciones de los seres que me importan. Y, mucho menos, sin haber sido tratado honestamente.
A ver si tomamos la costumbre, de una vez, de sembrar los árboles boca arriba o boca abajo, pero no torcidos.
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