A partir de esta semana lo días vuelven a estirarse poco a poco. Sin haber pensado sobre ello mucho más de lo que yo lo hago ahora, llegará una tarde cualquiera en la que al salir del trabajo no esté tan oscuro como cuando entré y, entonces, ¡Alehop! La naturaleza, los planetas, el sol, las nubes,... todos se ponen de acuerdo, y estaremos en primavera, rodeados de verde los afortunados, y la vida gritará sin voz, pero con todo su poder, hasta el hormonal ;-) , para que la ejerzamos, para exigirnos su justo tributo en alegría... para obligarnos a respirar hondo, hasta si somos alérgicos a algún tipo de polen, e intentemos ser un poco más animales, aunque sea a ratos, más instintivos, bellos, libres, locos, cuerdos, puros, especiales y únicos... como el milagro divino y mundano en sí mismo que representamos. Sí, entre otras cosas, la vida nos va a exigir amor a flor de piel. ¿Estás preparad@? Luego llegará el verano y, luego, otro otoño y otro invierno y otra primavera... Ese es el mensaje de esa bestia salvaje que llevamos dentro: Los ciclos vienen y van como la marea y, probablemente no lleguen a terminarse, pero nuestro ciclo es este. Ahora. Ya. Y tenemos que aprovecharlo al máximo.¡Un abrazo!
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