El único consuelo que nos queda cuando nos enamoramos de todas esas vidas que pudimos vivir y rechazamos, es que tanto el enamoramiento como las vidas, son circunstancias pasajeras, efímeras.
---
---
Con Whitman:
Yo me celebro y yo me canto,
Y todo cuanto es mío también es tuyo,
Porque no hay un átomo de mi cuerpo que no te pertenezca.
Y todo cuanto es mío también es tuyo,
Porque no hay un átomo de mi cuerpo que no te pertenezca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario