Quien quiere cambiar las cosas, busca la manera. Quien no, busca la excusa.
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3.1.13

Inhóspito

Mi mundo se hace pequeñito,
y denso,
y cerrado,
y oscuro.
Microscópico,
ilógico,
intrincado,
inhóspito.

4.9.08

Mi Artroscopia en el Tobillo. Parte II - Preoperatorio y Quirófano.

Como ya dije en "Mi Artroscopia en el Tobillo. Parte I - Diagnóstico.", no me costó ningún trabajo decidir si someterme o no a la intervención. La traumatóloga me había explicado a grandes rasgos en que consistía la operación a la que hipotéticamente me someterían: Consistiría en una artroscopia en la que, por decirlo así, se seguirían dos partes. La primera sería explorar el interior de la articulación y, la segunda, limpiar los pequeños trocitos de cartílago y/o hueso que pudieran estar perjudicándo la salud de mi tobillo y realizar unas perforaciones en el astrágalo para facilitar el paso de la sangre a dicho hueso y su regeneración. Esto último se hace porque el astrágalo que padece la osteocondritis disecante, no recibe adecuadamente el flujo sanguineo necesario y se necrosa, lo que empeora la situación.
Así, pues, me decidí. Firmé algún que otro papelajo y me dieron cita para los análisis preoperatorios y la consulta con el anestesista. Los días ya empiezan a pasar muy rápido, demasiado, por que no soy demasiado amigo de los hospitales y me estoy precipitando hacia el quirófano. Unos 20 días después me hicieron los análisis de sangre, un electro y vi a la anestesista. Los análisis son para ver, entre otras cosas, cómo de rápido coagula tu sangre; con el objeto de evitar trombos en los pacientes; el eléctro, evidentemente, para detectar posibles anomalias cardiovasculares que te puedan matar en el quirófano o después de la intervención; y la consulta con este último doctor son para que le firmes un papel que lo exima de responsabilidades si la anestesia te hace pupa (parálisis, muerte, coma, etc...) y que decidas si prefieres anestesia general o epidural (supongo que sólo en operaciones de cintura para abajo). Yo, como en todo lo que hago, no hay nada que me aterre más que perder el control sobre lo que pasa conmigo (por eso no subo en los cacharros de la feria, por ejemplo), así que pedí la epidural, con la macabra idea de que si ocurría algo, podría, al menos, estar consciente. 7 días después me llamaron y 3, después de estos, estaba ingresando para la operación. Ese era mi gran día.
En pelotilla picada con medio batín, un gotero y algo de frío me metieron en quirófano y el anestesista, al poco, me pidió que adoptara posición fetal en la camilla para poder anestesiarme. La sensación de ese líquido entrando en tu espalda y el hormigueo que produce es incómoda, pero he de admitir que no resultó dolorosa o más molesta que lo necesario. En unos minutos, la sensibilidad de mis piernas estaba a cero y mi capacidad motriz a un 1% o así, ya que, con mucha dificultad, era capaz de mover los dedos del pie derecho, que no era el que iban a operarme. Visto esto y que pregunté si sería posible que grabaran mi operación (hay multitud de artroscopias en youtube), el anestesista (cachondo) debió pensar que estaba excesivamente despierto, por lo que decidió dejarme gilipollas un rato con un líquido blanco que metió en mi gotero. Huid del líquido blanco. Aquello dolía horrores, no sentía nada en el tobillo y ya estaban tocándolo, pero tenía a todos los diablos del infierno bailándome en el brazo izquierdo. El dolor, igual que yo, decaería lentamente, sólo que por más que quisieron, no me dormí en ningún momento mientras duró la operación. La hora y media que estuve allí, me aburrí un poco, la verdad. Me sacaron y esperando en la puerta de quirófano estaban mi novia, mi madre y mi cuñada. "¿Cómo ha sido?"
"Aburrida", contesté.
Dicen que las horas postanestesia te dejan destrozado, con nauseas, mareos y no se que gaitas, pero a mi me dieron sueño (todo lo que no dormí en quirófano), un hambre atróz y ganas de irme a casa. Total, que yo tenía unas ganas locas de hincarme un bocata de tortilla y esta gente me había prohibido hasta beber agua. Por cierto, el gotero con liquidito blanco duró hasta pasadas unas 7 horas desde que salí de quirófano, mientras tanto yo estaba cada vez más grogui y hambriento y mi brazo más dolorido. Una gracia.
La noche la pasé sin incidente alguno y, al día siguiente, pasado un rato tras la visita del médico, una ambulancia me dejó en casa... Y ahí empezó mi postoperatorio.

Continuará más. (jejeje)

7.4.08

Vacas Locas, 8 Años Después

Hace un par de días se anunció que en los últimos cinco meses se produjeron en León dos muertes por el mal de Creutzfeldt-Jakob, conocido como la enfermedad de las vacas locas.
Según la información proporcionada por las autoridades, el mal fue contraído hace al menos 8 años, antes de que se dispararan todas las alarmas y las autoritarias sanitarias españolas y europeas impusieran las medidas de control que pusieron cerco a la enfermedad.
A día de hoy esta noticia es un recordatorio, un toque de atención, a la sociedad, sobre lo pernicioso que puede llegar a ser para el ser humano y el medio ambiente, la sobreexplotación de la naturaleza por fines puramente económicos, en general, y la ganadería intensiva y el consumo de los productos provenientes de esta, en particular.
Parar este tipo de problemas está en nuestra mano, evitando el consumo de alimentos, en especial carnes, procedentes de explotaciones intensivas, con transgenicos, etc...

Un Abrazo.