Ayer por la noche escuchaba la radio cuando interrumpieron la emisión para dar una noticia de última hora. Lo primero que me pasó por la cabeza en los milisegundos de incertidumbre fue un atentado, un accidente de avión, una crisis ecológica o la muerte de alguien muy importante.
Tan deteriorada está la mente colectiva de nuestra sociedad que para mi sorpresa, y espero que para la de muchos, la noticia es la detención de la Pantoja en la Operación Malaya. ¿Blanquea dinero la Pantoja? Mucho han tardado en meterla en una jaula y, por cierto, que ojala la insonoricen, la cierren y tiren la llave al Guadalquivir.
Y, para colmo, tan podrido está nuestro pais que hay politicuchos, del PP ¿Cómo no? que aun pretenden hacernos creer que es una aberración detener a los corruptos que desprestigian nuestra cultura, a la vez que nos roban y nos empobrecen A TODOS; sólo para aprovechar la ocasión y volver al pesado tema del puto etarra al que le dieron prisión atenuada para que no muriera en huelga de hambre.
Precisamente hambre, pero de poder, es lo que tienen ellos, que han convertido a ese individuo nauseabundo en estrella mediática y pieza fundamental del debate político, dándole una importancia que no tiene y, mal que le pese al PP y al mismo convicto, nunca tendrá.
Tan deteriorada está la mente colectiva de nuestra sociedad que para mi sorpresa, y espero que para la de muchos, la noticia es la detención de la Pantoja en la Operación Malaya. ¿Blanquea dinero la Pantoja? Mucho han tardado en meterla en una jaula y, por cierto, que ojala la insonoricen, la cierren y tiren la llave al Guadalquivir.
Y, para colmo, tan podrido está nuestro pais que hay politicuchos, del PP ¿Cómo no? que aun pretenden hacernos creer que es una aberración detener a los corruptos que desprestigian nuestra cultura, a la vez que nos roban y nos empobrecen A TODOS; sólo para aprovechar la ocasión y volver al pesado tema del puto etarra al que le dieron prisión atenuada para que no muriera en huelga de hambre.
Precisamente hambre, pero de poder, es lo que tienen ellos, que han convertido a ese individuo nauseabundo en estrella mediática y pieza fundamental del debate político, dándole una importancia que no tiene y, mal que le pese al PP y al mismo convicto, nunca tendrá.
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