Quien quiere cambiar las cosas, busca la manera. Quien no, busca la excusa.

17.4.12

El fin del mundo.

Tengo ganas de hablar contigo,
de ver esa serie, de cruzarnos sin querer.
Siempre casi conocerte.

Sin duda, de volar, y encontrarte en el fin del mundo
un instante antes,
un milisegundo,
una vuelta de electrón antes del ocaso,
y explotar en pañuelos verdes, blancos y amarillos, como una paloma.
¡Desaparecer contigo!
Silencio.

Y nacer de nuevo en un pecho en obras
y escarbar tenaz hasta el latido del océano,
Así buscarnos será más divertido,
tú, cogiendo conchas para los anémicos de mar, y arena fina,
con la que dibujes tu fugaz estela.
Yo siguiendo peces gato, un pie dentro y un pie fuera.
Como anémonas errantes, flotar, y traspasar de nuevo la frontera,
Quebrantar la ley de la vigilia, y la del muerto,
y las guirnaldas azules de papel prensado.
Y morir, si hace falta, cuantas veces sean necesarias,
porque ambos sabemos que el verdadero fin del mundo no ha llegado.
Qué el fin del mundo no ha llegado.




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