Un besazo.
Modificación a 5 de abril a la 1.50 de la madrugada, en respuesta al agresivo comentario de Anónimo:
La verdad, me deja estupefacto ver tanta insensatez, demagogia, y una carencia de sentido común tan grande, condensadas en tan sólo unas pocas líneas.
En primer lugar, probablemente, yo hago y voy a hacer más por los animales y sus derechos de lo que tu harás nunca. Así que si pretendes llevar este asunto por la vía de la ofensa personal, no dudes de que puedes quedar en ridículo. Por supuesto, a no ser que me conozcas personalmente, no puedes saber si en este momento de mi vida soy omnívoro, vegetariano o vegano. Mejor, por tí, respecto a lo personal, dejémoslo ahí.
En segundo lugar, publico este artículo, porque este es mi blog y porque lo veo coherente con mi manera de pensar. Y, por supuesto, porque me apetece, y no tengo que pedirle permiso a energúmenos integrales como tú para hacerlo. De cualquier manera, voy a hablar de lo que me de la gana y diciendo lo que me parece conveniente, moleste a quien moleste. Ahí estás tu incluido, y, sobre todo, porque con los modales con los que te has dirigido a mí y el argumentario tan sumamente pobre que enarbolas, sólo tienes derecho a representar algo menos que un cero a la izquierda.
Tercero y lo más importante. Definitivamente, si tuvieras dos dedos de frente no habrías escrito este mensaje tan sumamente pueril, pues te has propuesto a tí mism@ como paradigma de lo que el autor del artículo dice que no hay que hacer si se pretende hacer llegar el veganismo a personas que aún no lo aplican a su vida, para erradicar el sufrimiento animal asociado a la alimentación humana (opinión que comparto y que tu sustentas como tu ejemplo).
A muchos se os llena la boca con diciendo que no se debe cosificar a los animales (yo hablo de ello, pero, al menos, sé lo que digo), y se te/os olvida un detalle fundamental:
El animal humano al que te diriges no es un sujeto pasivo, dócil e impresionable (como la mayoría de las veces parecéis creer), sino, que, por el contrario, es un sujeto activo, que desayuna con noticias de bombas en Líbano o Palestina, sin inmutarse; almuerza bromeando sobre accidentes de avión y cena con la última matanza indiscriminada de niños en Afganistán.
En última instancia, el ser humano también necesita liberarse, ni más ni menos que una gallina de caja o un ternero, sino igual. Pero no va a querer salir de esa jaula, si no se le propone una alternativa viabe, si para salir sólo se le muestra la cara infernal y terrible del asunto. A eso, por desgracia, ya está acostumbrado y lo tiene más que integrado en su modo de vida.
Te lanzo unas preguntas:
¿Crees, creéis, que somos tan imbéciles, tan manejables, como para, de la noche a la mañana, con tres fotos, un vídeo y una dramatización mal escrita del día a día de una vaca o un pollo de ganadería intensiva, transformarnos en veganos?
¿Eres/sois, conscientes de que aún siendo partícipes del terror de otros, nuestra situación no dista mucho de la que vive un pollo o una vaca de camino al matadero?
¿Crees que vamos a aparecer como veganos de la noche a la mañana, tras tus/vuestras monsergas y ataques cargados de reproche e ira, cómo si fuerais magos, y nosotros el conejo vegano que sale del sombrero?
Esa sensación de culpabilidad que intentas/intentáis sembrar a veces funcionará y a veces no. Pero realmente no aporta nada a la causa animalista y/o antiespecista, ni al veganismo como un modo de vida alternativo justo con el resto de animales, si no se puede mantener un control sobre el individuo. (¿No será que, acaso, lo que se pretende es conseguir ese control y los animales son sólo el 'theme' de la historia?);
Eso sólo funcionará, como alternativa, si la semilla de esa evolución ya estaba previamente en la persona y ese ataque frontal que le hacéis sólo activa dicho crecimiento.
Por mi parte, yo no me voy a sentir culpable, me niego.
Sedúceme, véndemelo, engatúsame, hazme creer, confiar, en que es verdaderamente bueno, ético y apetecible, ayúdame, anímame a dar cada pasito y felicítame cuando los de, aunque sea con una sonrisa de compromiso, si que crees que aún me falta por avanzar. Pero no intentes hacerme sentir culpable, ni insultarme, atacarme, humillarme o ridiculizarme. Porque no vas/vais a poder conmigo, de ninguna de las maneras, y soy muy capaz de invertir o detener el flujo de las cosas con tal de hacerte sentir fracasado, de que te/os sepas/sepáis los verdaderos responsables de mi estancamiento o involución.***
Así pienso yo (que, como te dije al principio, es probable que haga seguramente muchísimo más bien a los animales que tú), y lo harán muchos. Así que ya puedes, podéis, irte/iros planteando cual de las dos estrategias es mejor para ayudar a nuestros hermanos. Y si la tuya, la vuestra, es realmente válida en todo caso, como un dogma de fe (que es lo que parece).
Un abrazo, para el resto de animales, que dártelo a ti no me apetece.
*** Es obvio que no voy a volver a tener ciertos hábitos perjudiciales para los animales, sólo por los insultos de un analfabeto funcional con el cerebro lavado y unas capacidades de raciocinio, decisión y comunicación evidentemente castradas. Pero creo que mi comentario es significativo como ejemplo de la posible reacción natural de un omnívoro o nuevo vegetariano cualquiera, ante el asalto y mordisco a la yugular de un taliban del veganismo.